La góndola de Atacama

¿Qué miras? Pareces asustada, como si vieras que adelante ya no gustas, ya no agradas.
¿Qué intentas aclarar? ¿Que no fuiste prudente en su momento y ahora te arrepientes de cada insulto y cada falso beso? Eso ya lo sabemos, conocemos lo arrepentida que estás, y recordamos también que te dimos la oportunidad de que te retractaras, pero tu falsedad te llevó a ser quien pretendes ser hoy: Belleza de pintura con tacones altos y vestido entallado.
Admito, tu cuerpo tiene mucho que mostrar, disfruto regalarle una mirada a tu esocote y voltear la mirada cuando pasas, y sé que no soy el único. En mi grupo de amigos eres bien conocida por cómo eres, literalmente, no por como te sentimos, porque no te sentimos... pero ah cómo quisieramos.
No eres precisa, tu incoherencia es el pan de burlas y dejas sabiendo que lo que despilfarras en tu escote sobra en tu cabeza, que lo caro de tus zapatos no lleva proporción a tu humildad, tu entereza. Dejando algo claro, no me gustas. Me atraes, que es diferente, porque, dime, ¿quién se fija serio en una mujer arrepentida, vacía y que todos voltean a ver con cara de morbo, que es el fiel pensamiento cada noche, pero al pensar en amor, eres la última opción, la que los hombres bien conocemos y cuando queremos conocer más adentro, porque por mujeres como tú fáciles, sin escrúpulos y que se creen todo lo que decimos, hay hombres como yo que engañan.
¿Hiciste mal? Sí, sí lo hiciste. ¿Hice mal? También lo hice, pero la diferencia es que yo no me arrepiento, porque si a alguien lastimé fue por malentender, y si alguien lastimaste fue por publicar en su muro, poner tu foto de perfil con él y dedicarle la misma canción pop que has ya dedicado mil y un veces.


Sé sensata. Desdóblate la falda y cúbrete el pecho, quitate unos kilos de pintura en polvo de la cara y usa otro calzado, unos tenis cómodos quizá, pero esos tacones no te van. Cambia tu forma de caminar, porque la mujer que quiere respeto SÓLO a respetar SE DEBE DAR. Y no, respetar no es ningun tipo guapo.

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