Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.



Los días tienen su parte naranja. Es entre las 6:00am y las 7:30am. Cuando el sol comienza a asomarse dándole forma un día, dándole forma al día donde hallarás lo que buscas o donde perderás lo poco que tienes.
No todos los momentos naranjas son iguales porque a veces no los apreciamos igual. No todas las noches son obscuras, pues sólo escasean de luz cuando la soledad cubre con su dedo la luz que revota en la luna. Los momentos naranjas valen tanto como los momentos azules, amarillos y obscuros. Valen tanto y distraen para no ver que antes de la mañana la madrugada y la noche en silencio y al aullido de los lobos hicieron el amor.
la gente de un lejano entonces no educaron a las personas de hoy para que oyeran lo que en aquel entonces. La gente en cualquier época es manipulada, pero las cosas innovadas no cambian. Las cortinas aun son cortinas y los papeles aun son papeles. Ellos también viven un momento naranja del día.
Me pregunto con todo el asunto de la diferencia de horarios ¿cuántos momentos naranjas hay en el mundo por día? ¿Cuántas canciones se cantan y cuántas personas despiertan en ese momento con un beso? Pero la pregunta más triste y creo que de las 3 es la pregunta con el número más elevado como respuesta: ¿Cuántas personas se pierden de su momento naranja del día?
Cuando hablamos de generaciones ya no sé si el espacio entre “de” y “generaciones” es correcto, ya que parece que ahora todos somos degenerados incautos de lo perdido en un año que no fue nuestro año.
En la generación degenerada no hay tantas salidas ni tantas formas de pensar, una es pensar igual a todos y otra es pensar que no piensas igual que todos, y eso te hace pensar igual que los que piensan que no piensan igual que todos. ¿Dónde queda lo monótono? Justo en el diagrama de pérdida que aprendes a hacer cuando eres invisible, te paras y sientes lo distante que te sienten cuando te vas. O puedes oír todo lo que de ti hablan mal.
A veces me cuesta ya confiar, a veces te quiero siempre, pero luego vivo los momentos naranjas encerrado y me doy cuenta que no te necesito a mi lado para sostener lo que tanto vivir me ha costado.
Eres una certeza, pero no sé cómo hiciste para vivir cuando dices ser una santa y nadie te reza, ha de ser porque hallaron la falacia en tu boca despojada de verdad, esa se quedó en Montevideo.
Lo noche eran tan estrellada. El día después del momento naranja. El día está de más, aunque el sol se siente, se luce y se quema vuelve a salir, porque ese es su ciclo, pero dónde no hay ciclo es siempre en lo inaudito.
A veces siempre vivo de noche dormido, y cuando despierto comienza todo tan naranja como el reflejo del sol en nuestro espejo. A veces siempre espero tanto de los días pero nunca doy lo suficiente. A veces siempre confío en ser prudente, y la prudencia me mata y soy poco elocuente, puedes buscar a alguien para que sin mentiras te lo cuente, yo puedo exagerar e intentar hacerme el héroe.
No espero nada, a menos que sea una cachetada. Veo las cosas de otro lado, la gente que viene y me aconseja me ven tranquilo y no me dejan. No salgo porque salir y quedarme es igual, duermo porque lo necesito no porque quiera, pero no salto porque no quiero el cielo tocar, tampoco quiero invitarte a pasar, porque piensas que si quiero ver una película contigo en verdad quiero ver la película donde hablan de todo, menos del momento naranja del día. Eres de los que piensan que la tierra es polvo y la luna es roca, y no confío si no fantasías pensando que somos chocolate y la luna es de queso, porque tuvo razón el que dijo eso. Apesta a queso derretido, por eso sólo fueron una vez
Las radios resuenan en cualquier lugar con cualquier canción barata hecha de corazones sentimentales para corazones sentimentales que bailarán hasta que se den cuenta lo malo, corren los licores e inician gritos de valores que no se exaltan a menos que este esté ahorcando con letras sin sentido, letras que no fueron escritas en la parte naranja del día. Y no bastará sólo con cambiar de canción, pues las corcheas invadieron tus venas quedando en ellas como una pegajosa canción de verano, pero ni modo. Así suena el verano.
El mundo está hecho para vivir en dos. Quiero ver un día naranja en Francia, quiero verlo en Malta, quiero amanecer en Hungría y estar en Irlanda, quiero viajar a Uruguay y acabar en Bombay, enseñarte de la cultura mientras aun la noche se nos presenta como obscura, quiero estar tirados en un lugar incorrecto viendo la luna, sabiendo que fuiste perfecta cuando mi corazón vivía en hambruna. Quiero ver días naranjas contigo en Córdoba cuando estemos dando la vuelta al mundo hasta llegar a China, quiero verte saltar desde lo más alto y sacarte una foto cuando vayas cayendo, para yo disfrutarte en lo más alto y marcar tu caída para que sepas que toda derrota tiene una huida. Quiero ver amaneceres acostado contigo en cualquier lugar, y quiero hacer de tu cama un paraíso cuando el sol se despida y nos digan “El amor está hecho, no cuesta nada hacerlo una vez más” No quiero dedicarte canciones; quiero que tu vida, la mía y la nuestra se conviertan en melodías, quiero cantarte con Mariachi en Cataluña, quiero hacerte ver que en mi conciencia cuerda como tú no hay ninguna. Quiero hacerte versos completos, no quiero hacerte poemas hablando de verbos, pues es fácil decirlos y terminamos siendo sólo solos sustantivos tan repetitivos como nuestros besos en noche que estamos en celo. Quiero tararear en tu oído lo primero que se me ocurra mientras esperemos el tren, quiero hacerte ver que nos conocimos cuando debíamos. No antes y no después, cuando fuimos perfectos, porque perfecto sólo hay un momento, momento naranja donde sueñas y te adueñas de mis letras, letras absueltas de culpas, culpas que me da verte en tu cuna, cuna que le da sombra a los juguetes flotando, flotando como me tienes, me tienes como para siempre, para siempre hay naranjas amaneceres, amaneceres que perdemos, perdemos lo que debemos, debemos lo que pedimos, pedimos lo que necesitamos, necesitamos lo que queremos, queremos lo que añoramos, añoramos y lo conseguimos, conseguimos adorarnos, adoramos amarnos, amarnos es pecado, pecado es no buscar la felicidad, felicidad es estar contigo, contigo es todo, todo es contigo, contigo es todo, todo es contigo y así repetirte hasta que sepas que puedes decir “Él quien me escribe días naranjas y noches de pasión es mío, todo mío”
Sé que hoy Octubre aun no existes y no te busco, pero inconsciente te espero

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