Está desafinada, voy a la farmacia, acompáñenme y vamos a mi casa y allá la afino en un dos por tres


No había nada ni nadie a quien escribirle, no había un misterio que fuera indescriptible, algo que tanto me emocionara que hiciera que me alegrara cuando descubriera un secreto, algo que me desanimara cuando llegara a su final. No encontré remedio y le conté a lo que no tenía lo mucho que temía envejecer y terminar así. TENER 30 AÑOS Y VIVIR SOLO, SENTIRME SOLO Y PASAR LA VIDA SOLO. No quería ni siquiera pensar cómo sería mañana, pues sabía que el día sería similar a lo que describo hoy. No quería ni pensar en lo que sería llorar, era algo similar a lo de ayer, pero complicado y lleno de sal como el mar donde nunca me gustó estar.
Anda, vamos, échamelo en cara que no he hecho nada. Anda, qué te gusta. Estás más expuesta desde que te volviste una piraña afligida, con sentimientos de flúor que nadie quiere beber, pues sólo tranquiliza, y dicen que es para ser menos rebelde, yo a eso le conozco como no ser elocuente.  
¿Qué le ves al sacerdote que te predica lo mismo cada domingo? ¿Qué le cortas al árbol que te da aire y de eso vives? Una droga que tarda 80 años en matar. ¿Qué le pides a la capital que está llena de artimañas donde no basta más que una navaja para sacar la comida y más, uno que otro de ahí no pasa.
¿Cómo le preguntas a la noche si la noche no responde? ¿Cómo pides consejos al que está peor que tú? ¿Cómo te quejas del sol si del sol vives y en él te escondes? ¿Cómo sueñas si no despiertas? ¿Cómo escondes? ¿Por qué no respondes? ¿No ves como me pones?
No eres quien par juzgar, no eres quien para decidir a quien odiar, no es quien yo para poder opinar de lo que no eres tú. No eres tú para poder opinar de lo no se dio, de lo que no se entregó, de lo fracasó y hoy en día en un mito terminó.
No confíes tampoco, no dejes que te espíe la soledad, no sonrías, no sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa, no sabes quién jugará contigo, no sabes cómo me rio cuando me dijiste “Eres lo que siempre había querido” No sabes porque no existes, no sabes porque me mataste, no sabes porque no quisiste saber lo mucho que te odié cuando no existías, pero hoy que te vas y no dejas de ti ni una prenda te digo “Que te vaya bien, por mí vuelve cuando quieras”
Era una lámpara que se encendía con un botón, era un sonido no melodioso, hasta cierto punto me hartó, era lo suficientemente ilógico como para no progresar en lo que quería, lo que quería creer que quería, lo que no tenía, pero tampoco necesitaba, ni siquiera a ti te imploraba lo que pedía sólo veía en lo que necesitabas, y por lo que llorabas, lo que temías y lo que querías resucitar, lo que no veías cuando te tenía, lo que no veo, lo que no te veo cuando despierto, lo que cuento cuando te ti hablo, lo que critican cuando te extraño, lo que apareces en cada memoria, cada escrito, siempre sales a flor de nota, siempre estás predicando, siempre estás exaltado y queriendo gritar, gritar y mirar, no miras porque ni puedes ni quieres, ni puedes ni quieres poder, no necesitas poder, siempre lo has tenido, pero, vamos, no sabes usarlo, sólo te inscribes en las memorias donde sales, en cada memoria, una de cada historia.

Era otro día, era otra historia y otra página, era una vida corta dolida, era una cantina que aun seguía abierta, eso el ilegal, me dije, pero a nadie le importa, era un lugar, uno sólo donde estar, eras lo que menos querías, te convertiste en lo que criticabas, criticabas y odiabas, ahora te odias y te criticas, y terminas escribiéndolo para ti, y lo pones en un medio de difusión masiva, no sabes quién o quiénes lo leerán, pero quieres que ellos te conozcan y sepan que no estás mal, que ellos no están más, sólo no ven las a su forma, sólo no quieren redactar en palabras lo que piensan, no quieran salir a bailar, no quieren cantar, no quieren ni siquiera escribirle un verso, mucho menos quieren vestir y hacer todo eso, todo lo que no influye, todo lo que hasta hoy no concluye, todo lo que no te mentí y todo lo que no te di. Todo rimaba, porque me recordaba a ti.

No ganaste plata; perdiste el oro

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