El amor no existe, pero ahora mismo lo inventamos tú y yo


Mataría por poder sentir tu mano rosando la mía. Mataría por verte vivir.

Hubo gemidos y respiraciones aceleradas algún día cerca de mi oído. Hubo incoherencias a la hora de explicar qué hacía, de dónde venía. Hubo pormenores que nunca entendí. Hay llamadas que sigo esperando. Ya no le creo a los “Yo te marco” Parecía que lo único que querían marcarme era la espalda.

Era un beso tronando y unos labios tiernos que rondaban mi cuello. Supongo terminarían en mi boca.
Hubo cosas de las cuales hoy en día creí que me arrepentía. Me repetía lo mal que estaba, pero en ese rato lo disfrutaba.
Y a veces, sólo a veces, creí que lo que hacía estaba bien. No había daño, no había rencor, no había una relación que olvidar, sino una que imaginar. Siempre ha sido más fácil imaginar que olvidar, porque, como dijo Neruda, es tan corto el amor y tan largo el olvido. Pero, no se preocupen, yo no escribiré los versos más tristes esta noche. Eso lo dejaré para alguien más, alguien que sepa cómo hacerlo

No me pregunten qué hago, porque no lo sé. No me pregunten qué merezco, porque no lo sé. Hoy desperté dudando, preguntándome por qué me levanto a tan temprano y salgo de casa, o siendo claros, mi pregunta fue “¿Por quién?”

La cosa no es que no le dé mi suéter a alguien para que se cubra del frío, el problema es que no hace frío, aunque por dentro me siento helando.

No hago poesía ni redacto algo bueno. Culpo al espejo de mi inseguridad antes de echar los tejos. “Mantén los ojos abiertos” en cualquier momento podrías de una vez caer muerto.

Ahora corro y en el sudor sale el dolor de estar solo. Ahora corro y las ampollas duelen menos que verla con otro. Ahora corro y los tirones duelen menos que  extrañarte tanto a pesar de que apenas y nos conocemos.

La luz no se apagada y ya no oigo respiraciones ni gemidos en mi oído, tampoco leo halagos, mucho menos caen bombas, sólo petardos.

Quizá mientras escribes tantas cosas de la soledad, pudieras estar hablando con el amor de tu vida. No lo sé

Mataría por poder sentir tu mano rosando la mía. Mataría por verte vivir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nunca nadie comenta. Me alegra que tú sí lo vayas a hacer.