Faltas y todo me sobra


No era nostalgia, era una aseveración de lo solo que estoy. No era soledad, era sólo recordar que a nadie de tenía, que nadie extrañaba mi risas.
Me sentía como paloma de ciudad acostumbrado a la gente queriéndome asustar para que vaya volando, comiendo las sobras que caían suelo y perdiéndole el miedo a aplausos y pasos de los transeúntes pensantes sin pensar el daño del cual ellos son causantes. Andan sin pensar, piensan sin dar. No había una sucesión lógica en esos hechos. Corazones deshechos y corazones pertrechados. Status en Facebook que hartaban leer.
No parecían palomas, parecían gente muerta que habían resucitado en ellas. En ellas como las estrellas, una mala rima, pero ¿qué más le decía? Eran viejos trabajando y una mujer horrendamente cantando. Una banda que no tocaba y un audio que daba asco. Eran aflicciones que no veían a hacerle pareja a lo que hoy no daba. Eran cortinas azules que tapaban la luz, era mi lámpara que no da luz, sino que absorbe la obscuridad.
Quisiera que tú y yo fuéramos como la oscuridad y como la obscuridad; escritos diferente, pero significando lo mismo, pese a eso, tú no estás, ni siquiera somos tan iguales, la desigualdad a tal caso que tú crees que los focos dan luz, mientras yo creo que absorben la oscuridad. Te observen a ti y traen a tu rival
Te entregué lo que tenía aun sin tenerlo, terminé creyendo que las sirenas no existen que los focos dan luz, no absorben obscuridad. Decían que si era mejor cortarse las venas o dejárselas largas, decían que era estúpido confiarte, pero en ti aun confió, pero no quieres que regreses, no ahora. Ahora me gusta sentir el frio.
Ahora ya ni siquiera sé si los lápices rayan o quitan lo blanco de las hojas, no sé si me das frío o me dabas calor, pero sé que desde que te fuiste, sentí que en una escalera subí un escalón.
Nunca fuiste enemiga, eras paloma de ciudad, eras paloma inmune al miedo, eras paloma que volva esperando que alguien la bajará, pero se hizo tan mediocre que dijo “No me quiero enamorar” aparte de oírse estúpido y tan idiota, das vergüenza. Das pena ajena, eres tan mediocre que dices que no vale la pena llorar por alguien, eres tan obsoleta de creer que dices que alguien llegará, porque sabes que esa persona está jodida, o lo que sea que caiga es bueno, porque en su situación, un beso es mucho, no está como para que le cumplan caprichos
No eres psicóloga, estúpida. Por favor. Yo no soy poeta, ni escritor, ni analítico ni esas idioteces que dicen de mí. Tienes 14 años y yo 15. Estás en tercero de secundaria y yo no tengo ni un mes en la prepa. Aun pienso que el bulto de ropa en mi sillón es alguien viéndome y me asusto, tú perdiste tu virginidad fingiendo estar ebria, sólo para sentir que un hombre te tocara, y aun con asco lo hizo, sabes lo urgido que estaba para terminar contigo.
Tú no seas como la creencia de mis lámparas: Da luz, no absorbas obscuridad. Sé alguien, no el remplazo. Haz que te olviden, no seas usada para olvidar. Y mira que el cielo le roba el calor a la gente y muere, pero mira que hay aviones que de alguna forma logra flotar y no te congelas. Entonces debe haber una forma para querer y no congelarte ¿no?

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