Los Minondo


El año pasado, dentro del marco de las fiestas del Bicentenario (cuya inversión real lamentablemente no conoceremos porque ni el IFAI tiene la información necesaria) se estrenó en canal público Once TV México un trabajo dignísimo a nivel técnico e histriónico que lamentablemente no tuvo el eco merecido pero si audiencia: Los Minondo.

En esta serie, la historia que arranca con Eduviges una índigena de Xochimilco, Manuel Minondo un español inmigrante y Cayetana su amada, es sólo el pretexto para hacer un recorrido por la historia de México; desde la gestación del movimiento independentista hasta la Revolución, pasando por el primer Imperio, la instauración de la República, la intervención norteamericana, Santa Ana, la reforma, la invasión francesa con el subsecuente segundo Imperio y el inicio del Porfiriato.

Iván Arana lleva sobre sí el peso del primer acto y lo hace con una naturalidad pasmosa, incluso, cuando su personaje disminuye ligeramente de importancia (el sentido de Los Minondo radica totalmente en una sucesión veloz de los hechos), para dar paso al gran estelar. Digamos que Arana establece la pauta para la presentación de la mejor parte de la historia:
La principal virtud del drama recae en el personaje de Blas: hijo de Manuel y Cayetana, orgulloso por ser un legítimo Minondo, ambicioso, manipulable, perverso y siniestro, con una mirada turbia y asesina, capaz de congelar a cualquiera por el terror que provoca con su sola presencia, es el motor que determina, en la mayoría de los casos, el destino, la más de las veces, desafortunado de las personas que confluyen a su alrededor, conservador convencido y traidor convenenciero, siempre lo que haga afectará irreversiblemente incluso a su hermano mayor, primógenito de Manuel Minondo, no reconocido al ser hijo de Eduviges: Nacho San Juan, metáfora del mestizaje y la lucha por la libertad, lo veremos pelear al lado de los principales caudillos durante un buen tiempo.
Gran virtud de los guionistas y los encargados del elenco, es justamente Blas quien hace trascender la trama y la fuerza de Miguel Nájera y Antonio de la Vega resulta sorprendente en la interpretación de este personaje; ambos actores parecen la continuación del otro, en un acierto impresionante de casting son justamente Nájera y De la Vega quiénes establecen las reglas del trabajo interpretativo y marcan las pautas para que lo visto sea en niveles dramáticos, no sólo creíble también gozoso.

A nivel visual, Los Minondo resulta fantástica, con una fotografía impecable y un vestuario y escenografía sorprendentemente fiel a las costumbres de las épocas presentadas. Desde el maquillaje, los colores, objetos y los encuadres mismos se logra una ambientación que inmediatamente remite a la memoria histórica depositada en el inconsciente.

Sin embargo, tantos recursos aunque salvan el trabajo de una forma gloriosa, resultan inútiles cuando analizamos, ya no digamos la cronología de los acontecimientos, también lo que se nos presenta como hechos. Los Minondo comete el pecado de seguir estrictamente los libros de texto de la SEP. No es broma. Si bien, es cierto que la SEP tuvo que ver en la concepción de este producto televisivo, es imperdonable un enfoque tan poco crítico de los héroes y sus batallas, al presentarnos lo que la mayoría sabemos y concebimos como verdades. Desde Hidalgo hasta Zapata, se les presenta como seres cuyos ideales eran inquebrantables sin dar posibilidad de un ángulo distinto, o cuando menos de una visión menos romántica. Los únicos momentos dónde la perspectiva oficial es puesta en duda es cuando Juárez y Maximiliano toman acción y las interrogantes que se plantean son demasiado serias: ¿Juárez fue realmente buen presidente? ¿Porqué si Maximiliano estuvo dispuesto a un diálogo y apoyó abiertamente la reforma liberal, Juárez su portavoz, nunca se acercó? ¿Porqué Juárez vendió California si sostenía que no le cedería nada a nadie? ¿Quitarle a la Iglesia todas sus propiedades era justo aunque se dejara en la calle a miles de monjas que además cuidaban enfermos, indigentes, huérfanos y desvalidos?

Otro punto que falla de forma escandalosa son los saltos de tiempo en la trama por los cuáles ni siquiera se da una explicación del porqué no se habla de lo sucedido entre los períodos históricos y sus consecuencias. De pronto uno ve la consumación independentista y al capítulo siguiente la invasión norteamericana pero uno inevitablemente se pregunta por lo ocurrido entre esos períodos. Otro punto en contra, radica en que la historia de la familia Minondo, resulta más interesante que el relato de la historia de este país, cuando nadie se podía dar ese lujo pero el golpe mortal es la infame (por la corta duración y la falta de contexto) presentación de la Revolución Mexicana, dónde en un capítulo se resuelve todo, siendo que el final debió hacerle honor a la fuerza del resto.

Sin embargo, y vista a la distacia, Los Minondo posee algo que otras producciones dramatizadas o series mexicanas no han conseguido: voz propia.

Mucho mejor que la muy promocionada "Gritos de muerte y libertad" (pésimo título dónde quiera que se le vea y aún más acrítica y peor escrita),dirigida por Charli Gore, Carlos Bolado y Emilio Maillé es una realización sobresaliente y recomendable porque si hay algo que cumple y con creces es una parte de su slogan: Los Minondo es una historia de familia.
Desde esa perspectiva es que uno descubre su riqueza y magnitud, su capacidad de asombrar.

Actualmente, Los Minondo se transmite los jueves a las 10:30 pm y su repetición los domingos a las 11:00 pm. No se la pierdan.

P.D. Si alguien puede conseguirme el link para descargar la música de la serie se lo agradeceré. Es impresionante y bellísima, una virtud inmensa de la serie.

1 comentario:

  1. apenas de chiripa veo en canal once la serie los Minondo de hecho apenas el primer capitulo y creo lo tome a medias, le seguiré algunos capítulos y el comentario que aporta la serie seguir a los textos de la SEP wkla, jajajaja, una mas pa embobar al pueblo, bien a verla y analizar y dedicarle el tiempo que se merezca

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